Si te pincho una teta
vas a darme cachetadas de amor
hasta que el pito se me caiga:
como un suave resquemor
de una palabra en el vacío.
Te lo advierto.
¡No te atrevas a morderme la morcilla!
Puedo hacerte cosas malas
como el tiempo a nuestra carne
que se dobla
y se equivoca.
Entregalo de una vez
y no jodamos.
Te conozco de la zanja
hasta los hongos.
No me vengas con excusas
de negrita pordiosera.
Es marrón
y cuenta nueva.
Date vuelta y se acabó.
jueves, 24 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario